Mr. Jonson es un tipo que quiere ser solidario y encuentra por Internet a Qadeer, un joven leproso con el que comienza a cartearse.
Las partes de Mr. Jonson está escritas por Julián Gènisson
Las partes de Qadeer por More MEro
Que lo disfruten en seis cómodas entregas. Ahí va la primera:
Querido Qadeer,
No me conoces, pero yo a ti sí: te vi en la web de la ONG. Primero pensé que se les habría derramado un café en la foto, pero luego comprendí que era tu cara. Y que detrás de ese charco de carne había un ser humano. Un ser humano como yo, con pelo, miembros, emociones, inclinaciones. Un hermano, un vecino. Aún no me conoces, pero espero que con el paso del tiempo - ¿eso cómo lo llevas, por cierto? ¿tienes un plazo o algo? - espero que con el paso del tiempo podamos hacernos amigos. Amigos, migas, hacer buenas, desmigajarse, ¡LOL! Y es que la mejor terapia es el humor, siempre lo digo, y me imagino que para la lepra también. El caso es que llevo tiempo buscando una causa con la que comprometerme; supongo que a ti te pasa lo mismo. Pues bien: ¿por qué no cartearme con un leproso? Dicho y hecho: espero que éste sea sólo el primer tanteo de un largo partido amistoso. Creo que podemos llevarnos bien, amigo Qadeer. Yo también sé lo que significa perder algo de uno mismo: varios amigos míos murieron en incendios. Además, por lo que veo tenemos aficiones comunes: yo colecciono cómodas antiguas, tú plagas vintage. ¡LOL! Pero ahora en serio: quiero que me cuentes un poco de ti: lo que piensas, lo que sientes, lo que esperas. Yo soy un arquitecto de treinta y dos años; estoy casado y también vendo camisetas diminutas por Internet. Si tuviera que definirme en una sola palabra, diría que soy tenaz. Ahora que me conoces un poco mejor, déjame hacer un safari en tu mundo. Te dejo ya, y espero saber pronto de ti.
Un abrazo,
Mr. Jonson
P.D. Espero que sepas leer. También espero que entiendas el significado de palabras como "web", "ONG", LOL", "cómoda", etc. Te adjunto un pequeño glosario por si acaso. ¿Sabes lo que es eso? ¡No, hombre! Un abrazo.
Querido Mr.
Jonson:
No puedo sino deshacerme en halagos hacia usted. Me he
sentido sinuosamente perplejo al caer en la cuenta de que soy leproso y me
caigo a pedazos.
Pero no llore por mí: la cura para mi enfermedad anda cerca.
Unos investigadores han descubierto que, ignorando la existencia de los pocos
leprosos que quedamos, podrán sentirse mejor y libres de responsabilidades. El
Consejo Nacional para el Tratamiento de la Lepra y Otras Enfermedades Afines ha decidido
enviarme a una señora mayor para que me rasque la piel con las uñas, a ver si
así dejo de quejarme. Yo todos los días me echo un chorro de limón en la piel,
porque dicen que si escuece es porque se está curando.
Debo confesarle que últimamente
estoy temiendo por mi vida. Voy caminando por la calle y oigo ruidos extraños,
como de trozos de piel de pollo cayéndose al suelo. Creo que me está siguiendo
la pista un detective privado. O un pollo zombi, no lo sé.
Hablando de zombis,
recientemente revisioné “El Amanecer de los Muertos Vivientes”. Sentí
nostalgia. Me recordó al campamento de jóvenes leprosos al que fui cuando tenía
quince años. Recuerdo muy bien aquella experiencia. Fue como un campamento de
Juventudes del PP, sólo que nuestro sentido de la decencia tenía sentido. Y
tenía decencia.
¿Recuerda “El Campamento de los
Albóndigas”? Bueno, mejor cambiemos de tema. No creo que deba hablar de bolas
de carne picada en mi situación. O, mejor aún, creo que voy a despedirme. Lo
mejor es que termine esta carta mientras aún me queda mano.
Efervescentemente suyo,
Qadeer
PD: Tampoco pienso escribir una
posdata
PD2: ¡Oh, mierda!
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