La humanidad se ha ido a la
mierda. Mucho más incluso de lo que parecía que se iba a ir. Nelson Fawkes (si
es que ése es su verdadero nombre) ha conseguido manipular a millones de
personas gracias a unos mensajes motivacionales holográficos que ha esparcido
por todo el planeta. Internet se ha estado implantando en el cerebro desde el año 2.043, y está
terminantemente prohibido, bajo pena de muerte, no tener un perfil en Facebook.
La inmortalidad es posible, y su
industria mueve miles de millones de dólares, que es la moneda única. Fawkes se
ha hecho con el monopolio del sector.
Las estrellas de cine ya no
existen. Todas las películas son de animación. La religión está muy mal vista
en casi todos los países del planeta. Fawkes, a través de sus mensajes subliminales ocultos tras hologramas de
fotos de flores con citas de Einstein y de Emerson, ha conseguido que los
habitantes del Planeta Tierra cambien sus ídolos espirituales por el deseo de
la inmortalidad que el magnate les vende; una inmortalidad que ahora pueden comprar, y no desear por medio de la religión, o con sus ganas de tocar a un famoso.
Pero hay alguien que parece
dispuesto a impedírselo.
Ese alguien viste de blanco, tiene una voluntad de acero, y es lo más parecido a un superhéroe de cómic que jamás ha existido en nuestro mundo: el Papa.
Es por esto que Fawkes, en un
homenaje involuntario a la película "La Roca", y justo cien años
después del estreno de ésta, ha encerrado al Papa en la Cárcel de Alcatraz: la
Roca.
Esto no le gusta al Papa, y está
dispuesto a hacer algo al respecto.
Así que Benedicto XXI se atusa el
pelo, se calza la mitra, y consigue escapar de la Roca.
La primera persona que lo consigue. Pero porque hace trampa. Su trampa es ser
el Papa. Ser el Papa es hacer trampa, en cualquier situación o ámbito. Ser el
representante de Dios en la Tierra es hacer trampa.
Benedicto consigue llegar hasta
Fawkes y matarlo de un puñetazo en la nuez. "¿Sabías que la nuez es un
trozo de manzana del Pecado Original, de cuando Adán mordió la Fruta Prohibida
y se le quedó para siempre en la garganta?", le dice el religioso al
neo-dictador, mientras éste muere, sin entender eso último que ha escuchado. El
Papa puede hacer referencias a las Sagradas Escrituras. Eso no es hacer trampa.
Y así es como el Papa Benedicto
XXI se hizo con el monopolio de la inmortalidad en el año 2.096. Y los lelos
cayeron en la trampa durante cientos de años.
"Cuidado con la inmortalidad, que la carga el Diablo", reza el epitafio de Benedicto XXI.
Eso SÍ es hacer trampa. Y de la gorda.
Hijoputa tramposo.
"Cuidado con la inmortalidad, que la carga el Diablo", reza el epitafio de Benedicto XXI.
Eso SÍ es hacer trampa. Y de la gorda.
Hijoputa tramposo.
Sí. Y no.
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