lunes, 26 de noviembre de 2012

La Roca II


Año 2.096. 
La humanidad se ha ido a la mierda. Mucho más incluso de lo que parecía que se iba a ir. Nelson Fawkes (si es que ése es su verdadero nombre) ha conseguido manipular a millones de personas gracias a unos mensajes motivacionales holográficos que ha esparcido por todo el planeta. Internet se ha estado implantando en el cerebro desde el año 2.043, y está terminantemente prohibido, bajo pena de muerte, no tener un perfil en Facebook.
La inmortalidad es posible, y su industria mueve miles de millones de dólares, que es la moneda única. Fawkes se ha hecho con el monopolio del sector.
Las estrellas de cine ya no existen. Todas las películas son de animación. La religión está muy mal vista en casi todos los países del planeta. Fawkes, a través de sus mensajes subliminales ocultos tras hologramas de fotos de flores con citas de Einstein y de Emerson, ha conseguido que los habitantes del Planeta Tierra cambien sus ídolos espirituales por el deseo de la inmortalidad que el magnate les vende; una inmortalidad que ahora pueden comprar, y no desear por medio de la religión, o con sus ganas de tocar a un famoso.
Pero hay alguien que parece dispuesto a impedírselo.
Ese alguien viste de blanco, tiene una voluntad de acero, y es lo más parecido a un superhéroe de cómic que jamás ha existido en nuestro mundo: el Papa. 
Es por esto que Fawkes, en un homenaje involuntario a la película "La Roca", y justo cien años después del estreno de ésta, ha encerrado al Papa en la Cárcel de Alcatraz: la Roca.
Esto no le gusta al Papa, y está dispuesto a hacer algo al respecto.
Así que Benedicto XXI se atusa el pelo, se calza la mitra, y consigue escapar de la Roca. La primera persona que lo consigue. Pero porque hace trampa. Su trampa es ser el Papa. Ser el Papa es hacer trampa, en cualquier situación o ámbito. Ser el representante de Dios en la Tierra es hacer trampa.
Benedicto consigue llegar hasta Fawkes y matarlo de un puñetazo en la nuez. "¿Sabías que la nuez es un trozo de manzana del Pecado Original, de cuando Adán mordió la Fruta Prohibida y se le quedó para siempre en la garganta?", le dice el religioso al neo-dictador, mientras éste muere, sin entender eso último que ha escuchado. El Papa puede hacer referencias a las Sagradas Escrituras. Eso no es hacer trampa.
Y así es como el Papa Benedicto XXI se hizo con el monopolio de la inmortalidad en el año 2.096. Y los lelos cayeron en la trampa durante cientos de años. 

"Cuidado con la inmortalidad, que la carga el Diablo", reza el epitafio de Benedicto XXI. 


Eso SÍ es hacer trampa. Y de la gorda. 

Hijoputa tramposo. 

1 comentario: