Ahí va la segunda entrega de la correspondencia entre los entrañables Quadeer y Mr. Jonson. Como el "Labo de Comedia" (lugar donde leíamos estas cartas) dejó de llevarse a cabo "coitus interruptus style", sólo pudimos leer un par.
PERO NO LLORÉIS, QUE ME VOY A CASAR CON ELLA
No, no lloréis, ya que, aun así, sin tener cartas del Señor Jonson (Julián Gènisson), cohete en culo y BIC en mano, continué escribiendo posibles respuestas a cartas, y aquí están, reescritas para la posteridad. O para mis nietos. O para los nietos de mis amigos (más probable que para mis nietos).
En esta carta ya vemos como Quadeer empieza a tomarse el tema del carteo muy en serio. Y lo lleva por derroteros que se derriten solos, y no por ser leprosos precisamente. O a lo mejor un poco sí.
Disfruten 2/6
Querido Mr. Jonson:
Anoche volví a soñar con usted. Y, créame, si los sueños fuesen Coca-Cola, lo que tuve anoche no sería precisamente una Coca-Cola Light. No sé si me sigue. El caso es que a través de esta correspondencia estoy albergando unos sentimientos que no sé si usted siente también. Qué paradoja, ¿no? correspondencia de sentimientos que quizá no son correspondidos. Menos mal que no puede romperme el corazón, ya que lo tengo demasiado gelatinoso como para que se rompa. Como mucho, podría apretarlo entre sus dedos hasta que saliese disparado hacia el cielo.
El sueño de anoche me hizo abrir los ojos. Incluso los abrí antes de que terminara. En él estábamos usted y yo en una pradera, pastando como vacas, y conversando sobre la posibilidad de hacer el amor, pero cada uno con una persona distinta: usted con un leproso que no fuese yo, y yo con un Mr Jonson que no fuese usted. Luego se me deshacía el pene como un cirio en Semana Santa, y usted me recitaba una poesía. Una sobre cirios en Semana Santa.
No sé… espero que no se sienta incómodo con lo que que le he contado. Si así ha sido, espero sepa olvidarlo. Si lo olvida, espero que no olvide por qué ha decidido olvidar, o no se podrá explicar el porqué de esa sensación de haber olvidado algo por voluntad propia, sin saber el qué ni por qué. Sólo espero eso.
No sé si decirle que lo amo en secreto. No, mejor no. Mejor dentro de dos o tres cartas. No hay que estropear la tensión sexual que va in crescendo en esta historia. Mejor esperar.
Despilfarradamente suyo,
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